La Congregación de las HERMANAS DE SAN PABLO (llamada Obra de San Paolo), de derecho pontificio,
ha sido fundada el 8 de diciembre de 1873 por el Canónigo Giuseppe Schorderet.
Está compuesta actualmente por 113 Hermanas y 20 jóvenes en formación, provenientes de 12 países.
Encender la Fe en el Mundo
"Anunciar a las Naciones la insondable riqueza de Cristo (cf. Ef. 3,8), para ganarlos todo (cf. 1 Co 9,19) con la prensa y los otros medios de comunicación social": ésta es la misión que las Hermanas de S. Pablo han recibido de su fundador.
"Nos corresponde organizar la caridad intelectual con arte y amor porque sólo la caridad puede cuidar del cuerpo" (Fundador, 20-02-1892).
Por la consagración y el ofrecimiento de su vida a Dios, las Hermanas de S. Pablo quieren hacer que la prensa y de los medios de comunicación sean los criados de la verdad y la fe (cf. Constituciones 3).
Esta misión de evangelización se concreta en la promoción:
- del derecho a la persona a abrir su inteligencia y su libertad para la búsqueda y el conocimiento de la verdad;
- del derecho a vivir en la verdad de la propia fe (Juan Pablo II, Encíclica Centesimus Annus);
- de la solidaridad, consecuencia de una comunicación verdadera y justa y de la libre circulación de las ideas que favorecen el conocimiento y el respeto de los otros (CEC 2495).
En Suiza, en Francia, en Camerún, en Madagascar, en Vietnam, en Isla Martinica, en Burundi:
- Las Hermanas viven esta misión en las estructuras diocesanas o propiedad de la Congregación (tipografías, librerías, ediciones de periódicos, libros, soportes audiovisuales, centros culturales multimediáticos, bibliotecas);
- en colaboración con los laicos;
- trabajando todas con el mismo espíritu "de las humildes trabajadoras”, cualesquiera sean sus competencias o responsabilidades;
- asociadas en comunidades fraternas internacionales;
- convencidas de que "su primera obra de evangelización consiste en ser los testigos vivientes del amor del Padre mediante su vida entregada, señal de total disponibilidad a Dios, para la Iglesia y para el mundo (Constituciones 80).